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Apuntes Martes 12 de Mayo

| martes, 26 de mayo de 2009

Nota: durante la clase de hoy no se expuso ninguna imagen.


12 de Mayo, Martes
Madrid - Recuperación de la Modernidad

En lo que queda de curso nos queda por ver (una semana para cada tema):
- Recuperación de la modernidad (años 50 - 60 - 70)
- La Escuela de Madrid (años 70 - 80 - 92)
- Madrid del 2016 (ciudad contemporánea con vistas al futuro)

Ya hemos visto lo que sucedió en los 40. Fenómeno muy especial la autarquía, la interrupción de la modernidad, algo que sólo se dio en España.

Lo que aquí conocemos como recuperación de la modernidad es el fenómeno que se da en otros países denominado segunda modernidad. Modernidad no es exactamente lo mismo que movimiento moderno, podemos extenderlo a más cosas. En este momento nos costará encontrar un arquitecto comprometido como antes había habido, no tendremos un Team X.

La transición será relativamente fácil, son los mismos arquitectos todos con la misma ideología. Se ha tratado de explicar en términos de “ropaje”, criterios esteticistas o eclécticos. Un cambio de moda, de jersey, a lo “Gutiérrez Soto” con el “lo que se lleva”. Pero no es cierta esta explicación, no nos ayuda a entender lo que pasa en Madrid y en España.

Lo que hay es un cambio en las estructuras sociales y económicas. Ocurrió sin tiempo para reflexionar. La serie de TV “Cuéntame” narra ese proceso que llevó a España desde el desconocimiento a la mutación total de las estructuras del país. Ese cambio es lo que denominamos “el desarrollo”. Un cambio que se retrasa respecto a Europa y adquiere caracteres propios en nuestro país.
Buscamos su mayor énfasis en los planes de desarrollo, pero viene de una situación anterior, de la sociedad que se estaba transformando. Sin afectar del mismo modo a toda España, cambia la población, la estructura económica, las formas en que se ve la vida.

En estos 20 años, del 50 al 70, ¿cuántos arquitectos hay en España? Ahora hay 53000. El siglo se abre con unos 1000-1200. En 1950 entre 1500 y 2000. El número se incrementará rápidamente. Era necesario contar con técnicos preparados para afrontar el desarrollo, y de ahí la Ley de Ordenación de las Enseñanzas Técnicas del 20 de julio de 1957 y reformada el 29 de abril de 1964 (fuente):

...en el año 1957, se promulga la llamada "Ley de Ordenación de las Enseñanzas Técnicas" (Ministro Rubio García-Mina). Por esta Ley se dispuso que las Escuelas comenzasen a dar a los alumnos, formación complementaria, a la especializada profesional relacionada con el título de Ingeniero o Arquitecto, a fin de lograr especial dedicación para las tareas de la Investigación otorgándoles el título de Doctor Ingeniero o Doctor Arquitecto. La Ley modificaba asimismo el sistema tradicional de ingreso en la Escuela de la Especialidad, que en adelante se haría siguiendo primero un curso de estudios selectivos, al que seguiría otro de iniciación y cinco cursos más de la Carrera, completándose los estudios con la formulación de un proyecto de fin de Carrera, tras lo cual el alumno recibiría el título de Ingeniero o Arquitecto. Los Doctores Arquitecto o Ingeniero asumían la máxima titulación académica. La titulación se obtenía tras la aprobación de una tesis original, constituyendo tal titulación mérito preferente para el desempeño de las Cátedras en las Escuelas Técnicas Superiores o en las Universidades.
Esta Ley de Ordenación de las Enseñanzas Técnicas del año 1957 experimentó algunas modificaciones en la denominada “Ley de Reorganización” de dichas Enseñanzas, promulgada el 24 de Abril de 1964 (Ministro Lora Tamayo12). Por esta Ley se creaba el título de Ingeniero o Arquitecto Técnico, correspondiendo a una formación de grado medio especializada de carácter eminentemente práctico, cual con anterioridad tenían los peritos y ayudantes. La duración de las Enseñanzas en las Escuelas Técnica Superiores sería de cinco años académicos, dedicándose los dos primeros cursos al desarrollo de las disciplinas de carácter básico y los restantes a las disciplinas propias de la técnica de la especialidad.


En ese momento había dos escuelas de arquitectura, Madrid y Barcelona. En el 31 se constituye el Colegio de Arquitectos. En aquel entonces algo así como un “club de caballeros”. Nosotros, con Asturias y León teníamos la sede en León. En Madrid el porcentaje de arquitectos es mucho mayor y tendrán acceso a casi todo el territorio. Así, si en Lugo había dos, allí trabajaban esos dos más todos los que venían de fuera.

Con el nuevo plan, las escuelas entran en la Universidad, nacen las politécnicas. La Ley habla de competencias y de aumentar el número de técnicos. Se suprimen los exámenes previos, se crean más escuelas y un nuevo plan de estudios. Se forma arquitectos para la sociedad y en gran número. Y la formación se encauza para el siglo XX desechando lo que sobra.
Cubriendo las distintas áreas territoriales, serán distintas unas de otras:

Sevilla: un esqueje de la de Madrid, catedráticos o casi catedráticos que se trasladan. Alguno volverá pero muchos se quedan allí definitivamente.
Valladolid: otro esqueje de Madrid pero los desplazados siempre con la intención de retornar cuando puedan.
Valencia: apuesta desde el principio por la politécnica, casi una ingeniería.
San Sebastián: esqueje esta vez de la de Barcelona.
Pamplona: con la peculiaridad de que es una universidad privada.
Las Palmas.

Coruña: se quería una escuela para todo el arco cantábrico. Tras pensar en varias localizaciones se decidieron por A Coruña, en un proceso parecido al que ubicó también en la ciudad la refinería.
Una entidad privada (Pedro Barrié de la Maza) se ofrece a construir el edificio sin encargarse después de gestionarla, con la condición de que se pusiese en Coruña. El estado no acepta el chantaje y durante años se piensa y se retrasa la ubicación de la escuela del noroeste. Al final el “pintoresco” gobierno de Carrero Blanco (el que terminó con su atentado) decide su ubicación en una reunión del 73 en el Pazo de Meirás.
¿Cómo arranca? ¿Con qué esqueje? Se barajan varios nombres entre los que destaca el de De la Sota a quien le acababan de negar la cátedra en Madrid. No llegó a decidirse a venir. Durante dos años no arranca y lo hará en octubre del 75, de prisa y corriendo, con 7 profesores.
La otra opción al esqueje de Madrid era convertirse en esqueje de la escuela de ya existente de aparejadores. Lógicamente, las primeras promociones serán de antiguos profesores de aparejadores que obtienen así un segundo título.
¿Profesores importados con posterioridad? Dos, uno José Ramón y el otro Noguerol que llega desde Barcelona. No llegó solo, al principio su “jefe” allí, Viaplana, viajaba hasta Coruña todo los meses. Noguerol se hará cargo de la revista de la escuela “Obradoiro”.

Éstas son las que había en ese momento. Se han multiplicado por cinco. Y también se multiplica el número de arquitectos, llegando a los 10000 en el 77. En el 87 habrá 15000 y en el 97 más de 20000.

La mayoría de los alumnos se quedan en la ciudad en la que estudian. Mientras el dominio sea mayoritariamente público, mejor quedarse en Madrid. Se juntará así una masa crítica con capacidad de investigar en arquitectura concentrada en Madrid y Barcelona. Si podemos hablar de la vivienda social es porque una masa crítica trabaja en ello y en una misma zona. Toda una serie de organismos menores con arquitectos a su servicio. Y como son los mejores de sus promociones suelen hacer buena arquitectura. Por ejemplo el Instituto Nacional de la Vivienda que afronta con altísima calidad el problema de la vivienda en España (Elviña en Coruña).

Se llega a la especialización y de ahí a la tecnocracia, dar una respuesta técnica. Aparecen las normas de edificación. Las primeras son del XIX en América. De allí saltarán a Europa. Las primeras sobre el hormigón armado en Alemania, y con carácter orientativo. Progresivamente del hormigón se llega al resto de elementos. En España careceremos de ellas hasta los 50.
La Ley del Suelo del 56, última aportación de Bidagor, que se reformará en el 75.
Y después las normas edificatorias, las MV del Ministerio de la Vivienda que también es de esa época: plantea la normativa para que otros además de ellos construyan viviendas. Son de obligado cumplimiento.
Las NTE eran “de consejo”. Surgen por Rafael La Hoz: una normativa para todos los ámbitos posibles. La evolución de las NTE se ha dado hace muy poco pasando de orientativas a imperativas y obligatorias con el Código Técnico.

La modernidad es por tanto algo ligado a la idea de progreso. Los arquitectos de aquella época aun nos resultan míticos, los podemos idealizar. Son los maestros de nuestros maestros. En ellos reconocemos una serie de cosas que nos permiten individualizarlos, siguen siendo arquitectos-artistas.

Un artículo de Arquitectura Bis en el nº Madrid’78, Un paseo por la Castellana de Antón Capitel (leer / descargar), se plantea Madrid como una ciudad análoga, la Castellana como ciudad análoga, una ciudad que pudo haber sido. Lo que hubiera pasado si se hubiesen construido los “segundos premios del concurso”. Hubiéramos visto que la realidad se estaba moviendo. Las de Villanueva o Gutiérrez Soto podemos considerarlas obras cerradas, “no hay otra posibilidad si no las construyo yo” (bio factum). Ahora sabemos que puede haber una ciudad análoga, todo se cuestiona y todos se cuestionan (bio fiori). El bio factum se acaba en esta época.

Además contaban con la posibilidad de construir, se la llama la “época dorada”. Había encargos, dinero no tanto, y profesionales que creyéndoselo lo hacían en moderno.

¿Qué galardones de arquitectura conocemos? ¿Quiénes son los galardonados? ¿Cuándo se crean?
El Pritzker tiene ahora 30 años. El más antiguo es la Golden Medal de 1850, pero cogerá nombre mucho después cuando se premie a arquitectos no necesariamente norteamericanos.
Nuestros galardonados: Moneo tiene el Pritzker. Miralles y Bofill lo pudieron haber ganado, y Calatrava que ganó la Golden en 2005 está a tiempo. Por tanto, para hablar de premiados españoles nos tenemos que quedar en los que damos aquí:

Premio Nacional de Arquitectura: unos años ha sido a un concurso, otros a una obra, otros a un arquitecto.
Medalla de Oro de Arquitectura: se crea, por Rafael de la Hoz, en el 81 y hasta el 88 no se premia a arquitectos por su trayectoria.

Son pues premios ambiguos, no dan pautas para poder juzgar. En los últimos años se dan a nombres, a trayectorias. Últimamente se concede cada dos años.

Medallas de Oro:

1981 Félix Candela y Josep Lluís Sert
1988 Alejandro de la Sota y Álvaro Siza
1989 Francisco Javier Sáenz de Oíza
1990 Francisco Cabrero y Oriol Bohigas
1991 Julio Cano Lasso
1992 José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún
1994 Miguel Fisac
1996 Joaquín Vaquero Palacios
1998 Fernando Chueca Goitia
2000 Rafael de La-Hoz Arderius
2002 Antonio Fernández Alba
2004 Luis Peña Ganchegui
2006 Rafael Moneo
2008 Juan Navarro Baldeweg
Vemos dos “viejos” y dos “jóvenes” (Moneo y Baldeweg), el resto pertenecen al espacio generacional que estamos tratando.

Los premios nacionales han recaído en los mismos (a menos, aun faltan de la lista) y a Matilde Ucelay (por ser la primera mujer arquitecto) y a Calatrava.


Resumiendo, no es un problema estilístico ni ideológico. Dentro del desarrollismo todavía se puede considerar al arquitecto con los criterios de antaño.


miércoles 6 de mayo
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miércoles 13 de mayo

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