0

Martes 18 de Noviembre

| sábado, 6 de diciembre de 2008
Martes 18 de Noviembre

Veíamos en clases pasadas que para definir un área - estudio partíamos del tejido, nodos, viario, etc. comprobábamos la singularidad del castillo para toda la ciudad. Otras piezas jugarán parecido papel para su área restringida. Hoy nos referiremos a elementos nodales, la plazas, y haremos alguna reflexión general sobre el viario.

¿Qué es una plaza?
Antes de responder a esta pregunta veamos qué plazas conocemos.

(1) Plaza Mayor . En el corazón de la ciudad. Reúne la mayoría de características que debe tener una plaza.
Maqueta de Madrid de 1830
El Madrid representado en la maqueta varía con respecto al que nos encontraremos al final del parcial, son presentes ciertos destrozos durante la Guerra de Independencia y algún efecto de la desamortización.

(2) Plaza del Castillo
Ambas son los vacíos más significativos. De hecho no hay muchos más. Hay nodos pero son pocos los que llegan a ser plazas.

El único espacio definido en forma y construido arquitectónicamente es la Plaza Mayor. El resto son espacios nodales que no alcanzan el nivel arquitectónico deseable.
Plazas del recinto histórico de Madrid (estudio de la ETSA de Madrid)

(4) Plaza de Sta. Ana. Fruto del derribo de un convento dedicado a Sta. Ana. Ya en el siglo ¿XIX? ésta y la Plaza Mayor se aburguesarán.

(5) Plaza de la Villa de París, actual Audiencia Nacional. Del XIX, aprovechando derribos del Convento de las Salesas.

(6) Plaza de las Salesas . Extensión de la lonja del convento de las Salesas.

Todas son del XIX (con forma de "plaza").

(7) Puerta del Sol . Formalizada en el XIX de origen anterior. Remodelada en 1850 a la vez que el Plan Castro.

Es más su función urbana (el "acontecimiento" de Rossi™) lo que las define como plaza más que el interés arquitectónico que pudieran tener. No detendremos más detenidamente en las plazas del Ayuntamiento, Mayor y Puerta del Sol. También destacables:

Al Sur.

(8) Lavapies . Se trata de un nodo viario no formalizado arquitectónicamente. Cerca hay otro, al norte a la izquierda, que no llegará a articular espacios como sí hará Lavapies.

(9) El Rastro . Desde hace 200 años un espacio alargado y de fuerte pendiente. Equivalente en su función urbana a la Plaza Navona de Roma, salvando las distancias. Como la anterior, no se monumentalizará. Su nombre oficial es Ribera de Curtidores y su función principal en la ciudad es acoger el mercadillo del Rastro, ampliado a día de hoy a calles adyacentes. Define un área tan clara como Lavapies.

Al Norte.

(10) Malasaña . Vaciado y regularización de una manzana donde había una maestranza de artillería, el Cuartel de Monteleón, de la que sólo se conserva el Portón. El área-estudio de Malasaña se definirá más por su tejido que por su plaza (Plaza del Dos de Mayo).

(11) Plaza de Bilbao . Actual Plaza de Vázquez de Mella. Se trata de otro vaciamiento.

Las Puertas de la Ciudad
En su origen los espacios nodales eran las puertas de la ciudad, que definen los primeros nodos y además serán los más permanentes (Rossi™).

En la Almudaina había dos puertas, Sta. María y de la Vega, inicio de las vías de salida de la ciudad. Su tercera puerta, la Puerta de la Sagra daba al castillo.

Sta. María es origen de la salida a Alcalá. Habrá puertas sucesivas en esa dirección que se van desplazando según se desplazan las murallas y que derivarán en plazas. La Puerta de S. Salvador o de Guadalajara dará lugar a la (12) Plaza de la Villa hacia el interior de la ciudad. En la Parroquia del Salvador, sita en esa plaza, se empezó a reunir el Concejo de Madrid. No es de extrañar que la ubicación final del Ayuntamiento fuese precisamente la Plaza de la Villa. El exterior de esta puerta dará el Rabal que finalmente será la Plaza Mayor. La siguiente puerta, la Puerta del Sol dará la plaza del mismo nombre.
Más allá no llegará Cibeles a tener el carácter de las anteriores, y la siguiente, la Puerta de Alcalá no es un nodo sino la monumentalización de un punto (por más que sea cruce de dos calles).

Al Norte.
Una de las salidas de la ciudad hacia el norte era la Puerta de Sto. Domingo (la otra salida la Puerta de Balnadu). El convento allí situado nos dará la (13) Plaza de Sto. Domingo , de topografía complicada y espacio irregular se convertirá en nodo, sufriendo varias remodelaciones en el siglo XIX siendo del XXI la última. Definirá un área-estudio roto cuando se abra la Gran Vía.

Al Sur.
Los grandes polos al sur eran las puertas de Moros y Cerrada.
Su formalización arquitectónica no será en cuanto a espacio vacío sino como espacio construido, construcciones significativas del XVIII reforzando las arquitecturas existentes. Algo así como sucede en la Plaza de Lugo en Coruña: no se trata de un vacío sino de una pieza encajada en el nodo. Podríamos encontrar más ejemplos por Europa.
El (14) Mercado de la Cebada (el gran mercado del sur de la ciudad) se comerá la plaza de Puerta de Moros y San Isidro la de Puerta Cerrada, ya de por sí de dimensión urbana muy pequeña.

De todas ellas, las que veremos en profundidad son las que han materializado el hecho de nodo en arquitectura: Acontecimiento + Arquitectura (Rossi™): Plaza de la Villa, Plaza Mayor y "El rompeolas de las Españas", la Puerta del Sol.

¿Qué es una plaza?
Considerando una plaza como arquitectura en Coruña tenemos la Plaza de María Pita. Se trata de un caso particular, el Ayuntamiento supone una irregularidad al comerse un lateral, del caso particular Plaza Nueva: una Plaza Mayor del XIX. Tenemos ejemplos de plazas nuevas por todo el norte: Pamplona, San Sebastián, Bilbao, Gijón y Coruña. Todas quieren ser la Plaza Mayor de Salamanca, que a su vez quisiera ser la de Madrid.
Encontramos infinidad de ejemplos de Plazas Mayores en América. En España destacan las de Madrid, Toledo y Valladolid. La de Salamanca es posterior.
La de Madrid se rematará, por Juan de Villanueva ya casi como plaza nueva cuando las mayores aun se están construyendo.

Las plazas mayores americanas son un punto vacío del manzanero de la ciudad, muchas veces creadas a la vez que la ciudad no como en España.

¿Y si no las consideramos arquitectura?
Es en realidad la visión que tienen de una plaza muchos ciudadanos. De nuevo en Coruña, la Plaza de Lugo es en realidad una calle con un mercado. La Plaza de Galicia es una plaza con un edificio en medio. Ambas, junto con la Plaza de Vigo son vacíos en el medio de la retícula que forman las manzanas del ensanche. Si tenemos un conjunto de 3x3 manzanas, la plaza sería una manzana vacía de cada 9. No es raro situar en esos vacíos un edificio institucional o público.

Diferentes son las plazas de Orense, un vacío urbano, y la de Pontevedra, lugar donde convergen varias vías para divergir más adelante, de lo que en Madrid tenemos varios ejemplos (Puerta del Sol, Lavapies, etc). Nacen de una premisa diferente y van por otro camino que Lugo, Galicia y Vigo.

Los Nodos:

- Origen.

- Espacio Público:
- como soporte de actividades
- como distribuidor de canales / itinerarios
- como definidor de estructuras urbanas

Auto de Fe, Plaza Mayor en 1683
, por Francisco Ricci.

Plaza como lugar de actividad:
Siempre ha habido plazas utilizadas como soporte de actividades, también hoy en día (conciertos).

Plaza de Torneos: La Plaza de los Vosgos de París nace como plaza de torneos. Con el tiempo se le añadirá un estatua y se ajardinará.

Actos institucionales: La Plaza de la Concordia de París, utilizada como lugar para jurado popular y guillotina.

Celebrativa: con pretextos sociales, civiles, religiosos, etc. La Puerta del Sol como lugar de tertulia, conversación, mentidero. Equivalente a la del Pasquino de Roma (al lado de la Navona).

Manifestación: derecho social colectivo por encima del tráfico. Claro ejemplo la Cabalgata de los Reyes Magos, por la Calle de Alcalá hasta la Plaza Mayor (desde hace poco Cibeles).
Como manifestación encontramos un doble sentido: itinerancia (recorrido) y concentración (culminación en una plaza).

Las plazas son algo más porque se celebran estas cosas en ellas, algo distinto a un mero lugar (el "acontecimiento" de Rossi™). Prueba de su carácter público es que los balcones de las casas no pertenecen al dueño de la vivienda sino a la ciudad.

Elementos propulsores y patológicos
en las plazas (Rossi™):
Una fuente como la de la Puerta del Sol asumía un papel para la ciudad como punto de recogida de agua, y por tanto de reunión. Se trata de un elemento propulsor.
La colocación de una estatua o el ajardinamiento como en los Vosgos coarta las actividades que allí se venían desarrollando, convirtiéndose por tanto en patológicos.

- Centralidad
- De ciudad
de centro itinerante
- De Área
su origen viario: salidas / entronques / tramas

- Signo
Su arquitectura

Las Plazas de la Villa, Mayor y Puerta del Sol han sido todas en su día el centro de la ciudad. Según la ciudad se expandía (crecimiento polar con el polo en el castillo) el centro se desplazaba por el eje de salida hacia Alcalá y más allá. Podemos hablar de un centro itinerante.


Plaza de la Villa

Ensanchamiento de una puerta. El Concejo de la ciudad se reunía primitivamente en la Parroquia del Salvador con lo que se consolida la plaza al situarse allí el Ayuntamiento.

Irregularidad del viario que produce también una plaza irregular.

Palacios señoriales que se construyen allí apoyándose en ese espacio.

Aun se puede apreciar la calle que rodeaba como límite de la muralla.
El Ayuntamiento se adapta a una parcela irregular y abre su fachada al espacio abierto. Se trata de dos edificios al norte y sur que envuelven un patio (en su origen), lo que produce una doble puerta. El edificio fija arquitectónicamente el acontecimiento.

Gómez de Mora elaborará las trazas del edificio que desarrollará Villaroel. Acabado final palaciego barroco. Villanueva lo cambiará en el XVIII al poner una logia de columnas a modo de balcón en el lateral que da a la calle - itinerario, rompiendo así el concepto del edificio.

De la Guía del COAM:

CASA DE LA VILLA
Más Imágenes: Planta Sección Alzado c/ Mayor Reforma de Villanueva Interior

Proyecto (1629): Juan Gómez de Mora
Construcción (1644-1696): Juan Gómez de Mora, José de Villarreal, Bartolomé Hurtado, José del Olmo, Manuel del Olmo, Cristóbal de Aguilera , Teodoro Ardemans.
Reforma fachada c/ Mayor (1785-1789): Mateo Guill , Juan de Villanueva
Ampliación (1857-1859): Juan José Sánchez Pescador : .
1ª Restauración (1969-1975): Lucio Oñoro Domínguez: (O).
2ª Restauración: Patio de Cristales (1984-1985), Salón de Plenos (1985), saletas diversas (1986) y capilla (1991) por Joaquín Roldán Pascual

El Ayuntamiento madrileño careció de inmueble propio hasta finalizar el siglo XVI, celebrando sus sesiones en la antigua parroquia de San Salvador, situada en la calle Mayor esquina calle Señores de Luzón. En 1599 se compraron varias casas en la manzana 182, donde se instaló provisionalmente, que se derribaron a partir de 1620 para construir el actual edificio. Entonces el Concejo pidió licencia al rey para hacer la Casa del Ayuntamiento. En 1629 se aprobó el proyecto de Juan Gómez de Mora, empezando las obras años más tarde. El proceso constructivo fue dilatado y en él intervinieron varios arquitectos. A pesar de ello, no cambió básicamente la traza original, ya que sólo se introdujeron algunas modificaciones en el patio, fachadas, escaleras y capilla en la fase final, a cargo de José del Olmo y Teodoro Ardemans.
El edificio estuvo planteado con doble función: acoger los servicios municipales y la cárcel de la Villa. El resultado fue un edificio exento con planta compuesta en torno a un patio cuadrado, dejando el vestíbulo y salones principales en las fachadas principales y el resto de las dependencias en las secundarias. Las fachadas en ladrillo, granito y pizarra presentan distintos tratamientos por su diferente función y situación urbana, siguiendo la línea de la arquitectura madrileña del siglo XVII impuesta por Gómez de Mora. La fachada a la plaza de la Villa tiene una distribución simétrica entre torres angulares rematadas con chapitel. Valora la función urbana del balcón principal que comprende tres vanos, situado entre las dos portadas. La sencillez de líneas general sólo está alterada por la concentración ornamental en estas portadas y en el segundo cuerpo de las torres. La fachada a la calle Mayor, reformada por Juan de Villanueva siguiendo el diseño de Mateo Guill, mantiene las torres angulares y varía el segundo cuerpo, introduciendo en él una loggia de orden dórico como gran mirador sobre la calle, que acentúa los juegos de luz y sombra.
A lo largo de los siglos XIX y XX se realizaron ampliaciones y reformas interiores para dar cabida a los nuevos servicios del Ayuntamiento. Luis Bellido lo restauró en 1915, y lo comunicó a través de un pasadizo elevado con la Casa de Cisneros, al mismo tiempo que rehabilitaba los otros edificios municipales y reordenaba la plaza. La restauración de Lucio Oñoro y Pedro Hurtado Ojalvo restituyó al interior, fachadas y cubiertas la grandeza que tuvieron en otros momentos. El interior alberga zonas de gran interés como la escalera principal, el patio de cristales con doble orden -inicialmente descubierto- con magníficas vidrieras de Maumejean restauradas en 1984-1985 por Joaquín Roldán Pascual, autor, asimismo, de la restauración integral del Salón de Sesiones en la última fecha y de la capilla, comenzada en 1991 y realizada en varias etapas.


CASA CISNEROS
Más Imágenes: Foto Actual Planta

Proyecto (1537): Desconocido
1ª Restauración y reforma (1910-1914): Luis Bellido González
2ª Reforma (1939): Felipe Trigo Seco
Restauración de la zona del alcalde y salones (1984-1986): Joaquín Roldán Pascual

Esta casa-palacio fue mandada construir por Don Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del Cardenal Cisneros, en 1537. Posiblemente fue encargada al alarife de la Villa, Miguel de Hita, que utilizó el solar de su antigua casa y el resto de los solares de la manzana que había adquirido, como consta en un documento de la época.
Es uno de los pocos palacios renacentistas del siglo XVI conservados en Madrid, aunque con muchas modificaciones. Forma parte del conjunto de la Plaza de la Villa. Fue comprada por el Ayuntamiento a los herederos de la Condesa de Oñate en 1909, para instalar en ella parte de sus departamentos, encargando a Luis Bellido, arquitecto municipal, su restauración. Bellido reformó y acondicionó el edificio, manteniendo la distribución en torno al patio. Recuperó muchos detalles ornamentales del interior que estaban encubiertos y la escalera principal que había desaparecido. Despojó las fachadas del revoco que cubría los paramentos de mampostería combinada con cantería y algunos otros elementos. Eliminó la gran galería de madera que recorría la parte alta de la fachada a la calle Sacramento, para darle unidad estilística a todo el edificio, siguiendo el estilo plateresco de esa fachada, con un doble fin; por un lado, adherirse a la corriente "nacionalista" de principios del siglo XX que reivindicaba el Plateresco y, por otro, recuperar el estilo de la época de su construcción. También comunicó el edificio con la Casa de la Villa mediante un pasadizo. Esta restauración fue premio del Ayuntamiento en 1915.
Después de la Guerra Civil Felipe Trigo hizo otra reforma interior. Destacan la escalera con azulejos de Talavera y el Salón de los Tapices.


CASA DE LOS LUJANES
Más Imágenes: Planta

Proyecto (1460-1490): Desconocido
Reconstrucción (1858): Desconocido
Reforma y restauración (1910-1912): Luis Bellido González
Rehabilitación (1991): Juan L. Balenciaga Arrieta (1º P), Agustín Gabriel López y Antonio Galán Font (2º P)

Es una de las pocas casas-palacio del siglo XV conservadas en Madrid. La torre y la casa fueron mandadas construir por Álvaro de Luján antes de 1471.
Su planta, de forma irregular, se distribuye en torno a un gran patio central y tiene triple fachada. El edificio ha sufrido múltiples reformas, una de las cuales fue para la instalación de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, llevada a cabo en 1858, un año después de haber sido creada la institución por Isabel II.
Al formar parte de la Plaza de la Villa, fue restaurada por el arquitecto municipal Luis Bellido, restituyendo el aparejo original y rescatando parte de la estructura primitiva. La torre, de planta cuadrada, presenta en la actualidad dos cuerpos superpuestos. El primero tiene un basamento en mampostería y el resto es de aparejo mixto de piedra y ladrillo como el resto del edificio. Destacan la portada principal con su ornamentación gótica y el escudo nobiliario de los Luján por triplicado y la pequeña portada de la calle del Codo, con un arco de herradura con grandes dovelas de piedra, único en la capital, que da entrada a la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, instalada en la torre.


CASA DE DON ÁLVARO LUJAN
Más Imágenes: Planta

Proyecto (1494): Desconocido
Rehabilitación (1997): Fernando Chueca Goitia (proyecto)

Es uno de los edificios más antiguos de Madrid, que perteneció a don Álvaro de Luján. Lo que ha llegado hasta nosotros es fruto de distintas ampliaciones y reformas. Ocupa un solar entre medianerías de planta rectangular y distribuido en torno un patio central casi cuadrado que fue ampliado por el oeste. En el zaguán se colocaron los sepulcros platerescos de Beatriz Galindo y de Francisco Ramírez, su esposo, que fueron esculpidos para el antiguo Convento de la Latina. De ese mismo convento conserva la balaustrada gótica de la escalera, realizada por el maestro moro Hazán. La fachada, única en la capital por el arco de herradura de ingreso, es de aparejo mixto de ladrillo y revoco, y tiene una disposición de los vanos irregular que responde a las sucesivas modificaciones. A principios del siglo XX fue reformado para albergar la Hemeroteca Municipal.




Sobre el arrabal, un vacío tras la Puerta de Guadalajara, nace con la intención de crear un recinto unitario con una arquitectura también unitaria. Para ello absorberá las desigualdades existentes e interrumpiendo el bivio que nacía hacia Atocha. Se utilizaba para actividades celebrativas.

Dos edificios, Casas de la Panadería y Carnicería, gremios importantes y el resto residencial.

Problemas topográficos: se implanta de forma artificial creando una superficie homogénea. Para ello habrá que salvar el desnivel de la Calle Cava de San Miguel mediante edificios que presentarán hacia esa calle 8 plantas (3 para salvar el desnivel) y serán los más altos de Madrid hasta el siglo XX.

Con el tiempo se irá aburguesando llegando a colocarse una estatua en el medio y ajardinándose.

Era una plaza de teatro (Teixeira). Espacio regular con los pasos abiertos. Las bocas de las calles se cerrarán después.

Tal y como la conocemos hoy, se trata de la última de las plazas mayores y la primera de las plazas nuevas. Será Villanueva quien tras un incendio la cierre subordinando su intervención para que no se notase, completando la plaza anterior existente.

Será foco de atracción de otros edificios institucionales (Cárcel de Corte) que incluso repetirán planteamiento, como eco de lo que ocurre en la Plaza Mayor.

De la Guía del COAM:

Proyecto (1617): Juan Gómez de Mora
Construcción (1617-1619): Juan Gómez de Mora
Reconstrucción y reforma (1791-1854): Juan de Villanueva, Antonio López Aguado, Custodio Teodoro Moreno , Juan José Sánchez Pescador
Remodelación de la plaza (1848): Desconocido
Aparcamiento subterráneo , remodelación (1967-1969): Manuel Herrero Palacios
Adecuación (1988): José Luis Martín Gómez, Francisco Pol Méndez

La Plaza Mayor, el lugar más emblemático de la capital, tuvo su origen en la antigua Plaza del Arrabal, situada extramuros del recinto medieval, que constituyó uno de los principales focos comerciales del primitivo Madrid. Esa plaza tuvo forma irregular debido a su crecimiento espontáneo, por lo que fue objeto de varios proyectos de regularización.
Al ser elegida Madrid como capital, se vio la necesidad de crear una auténtica Plaza Mayor y Felipe II encargó el diseño a su arquitecto Juan de Herrera. El primer edificio de esa nueva plaza fue la Casa de la Panadería que se inició en 1590. Ha sufrido tres grandes incendios a lo largo de su historia, en 1631, 1692 y 1790, que obligaron a reconstrucciones parciales o totales.
La Plaza Mayor madrileña, a diferencia de otras plazas europeas barrocas de matiz aristocrático o religioso, tuvo desde el principio un carácter netamente municipal y popular, dada la clase social de sus inquilinos. Además, los balcones de sus edificios estaban destinados a presenciar los espectáculos públicos que allí se daban (toros, cañas, autos de fe, etc.). El uso de estos balcones no era exclusivo de los inquilinos, sino que tenían una servidumbre que obligaba a cederlos para su distribución por la Mayordomía Real por riguroso turno de jerarquía y etiqueta, o bien para ser vendidos como localidades por el Consejo.
En 1608 se encargó a Francisco de Mora un proyecto para "cuadrar la Plaza" que no llegó a realizarse. El proyecto definitivo se debe a su sobrino, el arquitecto Juan Gómez de Mora, quien recibió el encargo oficial el 13 de septiembre de 1617. Gómez de Mora respetó la Casa de la Panadería, ya construida, modificando sólo la planta baja, y la dejó en el centro del lado mayor del rectángulo de la plaza, cuyas dimensiones son 120 x 94 metros o lo que es lo mismo, 434 x 334 pies castellanos. La proporción fue la que se consideró adecuada para los espectáculos públicos y se aproxima a la que Vitrubio aconsejó para el atrio romano.
Originalmente, las casas tenían 6 plantas (75 pies de altura), incluidos los bajos porticados y adintelados. Tenían estructura de madera, sótanos abovedados y fachadas de ladrillo rojo visto a las que se abrían balcones; los tejados fueron de plomo pero después del incendio de 1631 se sustituyeron por teja árabe. Frente a la Casa de la Panadería, que quedaba más baja que el resto de las construcciones, se levantó la Casa de la Carnicería.
La Plaza disponía de nueve entradas, tres bajo arcos y otras seis a través de calles descubiertas, siendo por tanto un espacio abierto a su entorno. Las calles adyacentes se ordenaron siguiendo las mismas normas que la Plaza, de manera que su regularidad se prolongó a la trama urbana y al caserío circundante. Para la nivelación del pavimento hubo que realizar grandes movimientos de tierras, quedando así un gran desnivel hacia la Cava de San Miguel, en donde se construyeron los muros de fachada en forma de talud para que sirvieran de contrafuertes. Con objeto de salvar este desnivel, Gómez de Mora proyectó la calle de la Escalerilla de Piedra y el Arco de Cuchilleros.
El incendio de 1631 arrasó la zona que va desde el Arco Imperial a la Calle de Toledo y sirvió de motivo para que se sustituyesen las cubiertas de plomo por otras de teja. El segundo incendio, en 1672, destruyó la Casa de la Panadería.
El último de los incendios, ocurrido en 1790, fue el origen de la reforma total llevada a cabo por Juan de Villanueva, que modificó el sentido abierto que había tenido y la concibió como plaza cerrada y simétrica, siguiendo modelos clásicos europeos. Las calles quedaron cerradas mediante arcos. En las fachadas se uniformó la altura de los pisos con las de la Casa de la Panadería, rebajándose dos plantas respecto a las primitivas y las mismas normas se aplicaron a las calles adyacentes. La magnitud del incendio, en el que se destruyó un tercio de la plaza, obligó a replantear la sustitución de la madera y otros materiales combustibles en la estructura de los edificios. Villanueva dictó entonces unas normas específicas y elaboró un diseño por el que debían regirse las construcciones de los edificios de la Plaza Mayor y del Portal de Cofreros. La reconstrucción empezó inmediatamente. El arquitecto municipal, Juan José Sánchez Pescador, dio el diseño para unificar la construcción de todos los edificios de la plaza, en 1839, siguiendo las directrices marcadas por Villanueva. Hasta 1854 no se terminó la reconstrucción de todo el perímetro de la plaza.
En 1848 perdió la función de lugar de espectáculos con que fue concebida la plaza, al remodelar el espacio central y convertirlo en un jardín a la francesa presidido por la estatua de Felipe III, que había sido esculpida por Juan de Bolonia y Pietro Tacca, en 1616.
Entre 1967 y 1969 se construyó un aparcamiento subterráneo que obligó a subir el nivel del pavimento y se realizó el adoquinado actual, desapareciendo el jardín anterior.


CASA DE LA PANADERÍA
Más Imágenes: Planta

Construcción (1590-16189): Diego Sillero
Reconstrucción y reforma (1672-1674): Tomás Román
1ª Restauración (1880-1881): Joaquín Mª Vega
Consolidación (1985): Salvador Pérez Arroyo
Rehabilitación (1991-1994): Pedro Gálligo Estévez (1990 Proyecto) y Joaquín Roldán Pascual
Rehabilitación Salón Real (1997-1998): Joaquín Roldán Pascual

Después del incendio acaecido el 20 de agosto de 1672, de la primitiva Casa de la Panadería sólo quedó el sótano y la planta baja. Tras del reconocimiento llevado a cabo por los arquitectos Tomás Román, Juan León, Manuel del Olmo, fray Lorenzo de San Nicolás y el Hermano Francisco Bautista, se aconsejó mantener la parte no destruida, según consta en el Libro de Obras de la Casa de la Panadería. Este hecho condicionó la distribución del nuevo edificio. Se conservaron el sótano, formado por un trama de 56 pilastras de granito cubiertas con bóvedas de aristas en ladrillo, y la planta baja con los soportales. Se sabe que hubo un concurso para la reconstrucción y que se planteó ampliar el edificio hasta la calle Mayor, pero no se conoce el autor del proyecto. Las obras fueron llevadas a cabo por Tomás Román.
Francisco Íñiguez menciona la primera restauración hecha por José Mª Vega en 1880. En ese momento se instaló el Archivo de la Villa y se acentuó el balcón real con el escudo esculpido por el italiano Barbieri. Se conservan los primeros planos de la Casa realizados por Cipriano Gómez en 1888, en donde muestra la distribución de las distintas plantas con forma cuadrangular, un gran patio rectangular al fondo, la escalera real y dos secundarias.
El deterioro del edificio por el paso de los años y la construcción del aparcamiento bajo la Plaza ocasionaron bastantes problemas en la estructura y elementos esenciales, por lo que se emprendió la consolidación de la cimentación, con proyecto y dirección de Salvador Pérez Arroyo.
La Casa de la Panadería destaca en la regularidad de la plaza por el tratamiento diferenciado de su fachada. La planta baja está resuelta con once soportales con arcos de medio punto enmarcados con columnas adosadas. En la fachada hay una acentuación del eje central con el balcón real y el escudo y la terminación con torres cuadradas con chapiteles en los extremos. Otro elemento que la singulariza es la decoración pictórica de la fachada, realizada en 1992 por Carlos Franco.
En su interior destacan las estancias que conformaron históricamente el Salón Real, en la planta primera o noble, que originálmente estuvo destinada a Cuarto Real, para uso exclusivo de la corona. Dicho Salón Real estaba formado por la Cámara Real (con balcones a la Plaza Mayor) y Antecámara Real (interior), espacios idénticos en sus dimensiones y estructura arquitectónica, con los techos decorados, con pinturas al temple de Claudio Coello y José Ximénez Donoso (1672-1674). Ambos salones estaban unidos por tres grandes vanos rematados en arecos de menio punto. Antes de 1948 fueron tabicados estos arcos, formando dos estancias independientes destinadas a biblioteca y sala de investigadores del Archivo de la Villa. La propuesta de Joaquín Roldán estuvo perféctamente dirigida a reabrir dichos arcos, restituyendo al doble espacio la configuración arquitectónica unitaria y original.


CASA DE LA CARNICERÍA
Más Imágenes: Planta

Proyecto (1617) y Construcción (1617-1619):Juan Gómez de Mora
Reconstrucción y reforma (1790): Juan de Villanueva
Reforma y adecuación para Hemeroteca (1916-1922): Luis Bellido González
Rehabilitación y adecuación (1ª fase 1985-1987) (2ª fase 1991-1993): Guilermo Costa Pérez-Herrero

La Casa de la Carnicería casi no se diferencia del resto de los edificios de la Plaza Mayor excepto por los dos chapiteles y el tratamiento de los soportales con arcos de medio punto como los de la Casa de la Panadería. Tiene una planta rectangular distribuida en torno a un patio rectangular y una gran escalera frente a la puerta ingreso. Fue reconstruida y reformada después del incendio de 1790. Luis Bellido reforma parte del edificio para convertirlo en Hemeroteca Municipal. Posteriormente ha tenido otras intervenciones, la última entre 1988 y 1992. Hasta el momento se conoce poco de este edificio.





Como en la Plaza de Pontevedra de Coruña, confluyen 2 calles y divergen varias. Se trata de el gran nodo de España (terrestre) y de Madrid (terrestre y metro).

Edificios casuales y alguno especial: Palacio, Iglesia, Capilla (en su frente se colocaban arquitecturas efímeras y lugar del mentidero), fuente.

En el plano del XIX observamos su nueva configuración. Aparece el Edificio de Correos, importante pero no tanto como para que se haga centro de la plaza, quedando pues excéntrico.
Toda ella se ha convertido en mentidero.

Uso predominantemente residencial.

A finales del XX y para regular el tráfico se crea una gran acera. Ya en el siglo XXI, centro ferroviario de cercanías.

De la Guía del COAM:

(foto de movimente en flickr)
Más Imágenes: Foto Planta

Proyecto (1857-1859) y Obra (1859-1862)
:Lucio del Valle, Juan Rivera , José Morer (ingenieros) , Antonio Ruiz de Salces
1ª reforma (1950): Manuel Herrero Palacios
2ª reforma (1985-1986): Antonio Riviere Gómez, Javier Ortega Vidal , Antonio González-Capitel Martínez


La Puerta del Sol toma su nombre de un postigo de la antigua muralla medieval que estaba decorado con un Sol. Esta muralla se derribó en el siglo XVII, pero el lugar conservó el nombre tradicionalmente conocido. Originariamente fue, por tanto, un punto exterior de la ciudad, aunque debido al crecimiento de Madrid hacia el este y dada que su situación lo convertía en un lugar clave para la salida hacia los alrededores fue convirtiéndose poco a poco en el centro de la capital.
Desde el siglo XVII hasta mediados del XIX constituyó un espacio alargado y bastante angosto que resultaba del cruce de las calles Mayor, Arenal, Alcalá y Carrera de San Jerónimo. Las primeras ideas sobre su reforma datan de la época de la Desamortización de Mendizábal, en 1836, si bien hubo anteriormente un proyecto del arquitecto Silvestre Pérez, en tiempos de José Bonaparte, que no llegó a realizarse. En 1853 se convocó un concurso para la remodelación de la Puerta del Sol, la calle del Arenal y la plaza de Isabel II, pero no se ejecutó ninguno de los proyectos presentados. En 1856 se encargó por Real Orden al arquitecto Juan Bautista Peyronnet un nuevo proyecto, que tampoco se llevó a cabo, aunque basándose en él comenzaron los derribos de los edificios.
En 1857 se hizo cargo de la reforma el Ministerio de Fomento y se convocó un nuevo concurso en el que quedó aprobado definitivamente el proyecto de Lucio del Valle, Juan Rivera y José Morer, que conservaba la alineación de la antigua Casa de Correos en uno de los lados, mientras que el otro adoptaba una forma semicircular. Los edificios de este lado curvo se proyectaron unitariamente, todos con el mismo tipo de fachada, seguramente siguiendo criterios establecidos por Antonio Ruiz de Salces, mientras que los del lado recto, por ser anteriores, son todos diferentes entre sí.
La Puerta del Sol ha venido sufriendo a lo largo de su historia una serie de reformas de las cuales destacaremos las dos últimas, es decir la proyectada por Manuel Herrero Palacios en 1950 con una zona ajardinada, dos fuentes neobarrocas en el centro y la que se inauguró a finales de 1986, que concibe la plaza como un espacio alargado en el que se entremezclan los conceptos de bulevar para el tráfico y plaza peatonal ubicada en la zona semicircular inmediata a las calles de Preciados, Carmen y Montera. En esta última reforma se diseñó de nuevo todo el mobiliario urbano y se le dio unidad al conjunto, pero el Ayuntamiento decidió finalmente sustituir los nuevos elementos por otros mucho más tradicionales. En la década de 1990 se colocó una escultura ecuestre de Carlos III. Asimismo ha vuelto a este lugar una réplica de la estatua conocida popularmente como la Mariblanca, mientras que la original se trasladó del paseo de Recoletos, en el que se hallaba desde 1969, al vestíbulo de la Casa de la Villa, tras su restauración en 1985.


CASA DE CORREOS
Más Imágenes: Planta 1 Planta 2 Planta 3

Proyecto (1760) y Obra (1760-1768): Jaime Marquet
Adaptación (1985-1986): Ramón Valls Navascués
Rehabilitación 1º P (1992): Ramón Valls Navascués , Ignacio Prieto Revenga
Rehabilitación 2º P (1996-1998): Juan Blasco Martínez, Ángel Luis Valdivieso Frutos, Guillermo de la Calzada Rodríguez-Porrero , Manuel Bastarreche Alfaro

En la época de Fernando VI se le encargó a Ventura Rodríguez el proyecto para construir la Real Casa de Correos, que no se realizó. Al subir al trono Carlos III pidió un nuevo proyecto al arquitecto francés Jaime Marquet.
El edificio, que ocupa una manzana, se construyó con planta rectangular distribuida en torno a dos patios cuadrados porticados, a diferencia del de Ventura Rodríguez que tenía un solo patio rectangular. Sus fachadas poseen un gran desarrollo horizontal que sólo se interrumpe en el cuerpo central de la portada principal y en las esquinas. Destacan el ritmo de los vanos, el bicromatismo de los materiales (ladrillo y piedra) y la portada principal, que remata con un cuerpo cuadrado sobre el que se colocó un reloj y, sobre él, un carillón construido en el siglo XIX. Es uno de los edificios con más historia de la capital y ha sido testigo de muchos hechos relevantes de la historia de España.
Ha sido rehabilitado para albergar la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid bajo proyecto de Ignacio Prieto y Ramón Valls, en colaboración con José Ramón Olaso y Rafael del Peral, modificado y ejecutado posteriormente.




día antes
indice primer parcial
martes 25 de noviembre

================================================================

Descargar formato docformato docx

Si encuentras algún error, podrías ampliar la información o quieres colaborar, no dudes en dejar un comentario o bien ponerte directamente en contacto conmigo a través de jortdel@gmail.com.

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons

No hay comentarios:

Publicar un comentario